El otro día escuché a una niña joven diciéndole a otra "Qué mas da, mañana me compro otro y listo!" Me hizo reflexionar y pensé. ¿Por qué lo tenemos todo tan fácil? ¿Por qué damos por hecho que mañana va a aparecer, casi por arte de magia, y probablemente casi antes de que salga el sol, una replica idéntica de aquello que has perdido sin ningún esfuerzo.? A tan solo un "click".
Vivimos en la época de la inmediatez, del lo quiero todo y lo quiero ya. No permitimos darle el suficiente valor a las cosas porque mañana estaremos pensando en la siguiente y sobretodo, si lo puedo tener mañana, ¿para qué valorar lo que tengo hoy? Me dio pena, y repulsión.
Entre todos esos pensamientos terribles vi aparecer a una anciana mayor. Tan arregladita, con su abrigo de piel de mediados de siglo XX, su bolso de cocodrilo y cómo no, me fijé en sus joyas. Tres anillos en cada mano y una cadena de oro que asomaba a través de aquel abrigo de astracán. Gracias por aparecer entre tanto barullo mental, porque de alguna forma vi aparecer a laBIJOUXTELLE, en forma de historia entre tanta generación Z. Y lo entendí todo.
Hemos venido a dar voz a todas las historias que hay detrás de cada joya, a hacer entender a la generación de tik tok que la vida va mas allá. Que aportarle valor a las cosas es sin duda uno de los requisitos para perdurar en el tiempo, que los objetos no sean simplemente piezas intercambiables a tan solo un click, sino historias y recuerdos que se asemejan en cierta forma a las arrugas de la piel, que al fin y al cabo ahi abajo es lo único que acaba importando.
Aun así, debería admitir que todo esto ocurrió mientras continuaba pasando de canción en canción porque ninguna me parecía lo suficientemente divertida como para quedarse en mi vida mas de 15 segundos.
Lo mismo que dura un video viral en tiktok.
